Iceberg se juega sobre un tablero circular que se coloca sobre la misma caja de juego. Las piezas de cartón que hacen de bloques de hielo tienen distintas formas y dimensiones, de modo que será difícil adivinar por qué lado caerán cuando se empujen las unas con las otras. Las focas y los cazadores tienen sus propias piezas de madera, también de distintas formas y tamaños. De modo que algunas piezas caerán con mayor facilidad que otras.
Ideal para jugar con los más peques de casa, Iceberg es un juego muy llamativo por su preparación. Poco a poco, los bloques de hielo irán desplazando el resto, provocando la caída de barcos, figuras y otros bloques de hielo. Con la dosis justa de estrategia (elegir la pieza adecuada y el mejor ángulo por la que deslizarla sobre el tablero) y de suerte (a menudo caerán más piezas de las deseadas) y con una duración muy ajustada, la diversión está asegurada. Y que el hielo no os engañe: en este juego, ¡grandes y pequeños tienen la misma probabilidad de ganar!